El Real Círculo de la Amistad de Córdoba ha acogido hoy los actos de clausura del Ciclo Manolete. 75 aniversario de su muerte con la conferencia «Manolete, esplendor y tragedia de un mito», a cargo de Manuel Concha, catedrático de cirugía cardiovascular y comisario de la exposición, y la presentación del libro del 75 aniversario de la muerte del gran torero cordobés, escrito por Joaquín Pérez Azaústre y en cuya edición ha colaborado la Fundación Cajasol.
Al evento, conducido por Fran Gordón, han acudido, entre otras personalidades, José María Bellido, alcalde de Córdoba; Víctor Montoro, vicepresidente quinto de la Diputación Provincial de Córdoba; Antonio Pulido Gutiérrez, presidente de la Fundación Cajasol, y Rafael Romero, director de Diario Córdoba.
Antonio Pulido ha destacado el éxito del Ciclo ‘Manolete. 75 aniversario de su muerte’, celebrado «sumando nuestros esfuerzos y recursos al del resto de entidades e instituciones involucradas en este merecido homenaje aquí en su tierra», colaboración que, en sus palabras, «supone un gran ejemplo de todo lo que se puede hacer por la vía de la concertación de esfuerzos para dinamizar nuestra industria cultural en este contexto complejo y seguir preservando nuestro patrimonio histórico, artístico y cultural».
El autor del libro, Joaquín Pérez Azaústre, ha explicado de forma breve el contenido del mismo, dando paso después a la conferencia de Manuel Concha, que ha destacado «Manolete se convierte en figura indiscutible de la tauromaquia, en un personaje que es admirado e idolatrado, no solo en España, sino en México, Perú, Venezuela y Colombia».
La ponencia ha realizado un recorrido por la trayectoria del «Cuarto Califa del Toreo», deteniéndose en aspectos que marcaron su vida personal, como la relación entre su madre, Doña Angustias, y la actriz Antonia Bronchalo, más conocida como Lupe Sino, con la que mantuvo una relación sentimental hasta su muerte, señalando cómo diversas fuentes apuntan a la madre del torero como «feroz oposición» a «la mujer que pretende llenar el alma y la vida de Manolete».
Especial tratamiento han tenido la cogida y la muerte de Manolete, con los pormenores de lo ocurrido los días 28 y 29 de agosto de 1947 tanto en la plaza de toros de Linares como en el Hospital de San José y San Raimundo de la localidad jienense.
«Ríos de tinta se derramarían en los escasos cuatro meses que restaban del año 1947. El número de libros en los que se ponía de manifiesto la colosal dimensión de su obra en los ruedos se acerca a la treintena, sin tener en cuenta los suplementos de los periódicos y revistas editadas en su honor, y además quedaba el cine», ha subrayado Manuel Concha, citando filmes como «Brindis a Manolete» (1948), «Torero» (México, 1956) y «Yo he visto la muerte» (1965), así como que «pintores, escultores y poetas se apresuraron en mantener vivo a Manolete».