Entrevista con el ganador del Concurso internacional Cajasol de Composición para Flamenco Sinfónico

Hablamos con Alejandro Díaz Muñoz, un absoluto desconocido que ha sido la sorpresa del I Concurso internacional Cajasol de composición para flamenco sinfónico al ganarlo con su obra Del dolor al duende en competencia con obras llegadas desde diversos puntos de España así como de Francia, Irlanda, Irán, Portugal, Polonia Canadá, y EE.UU. Cabe preguntarse cómo un joven de sólo 18 años con estudios profesionales de percusión recién acabados ha podido realizar esta hazaña. No es por tener el mejor expediente de su conservatorio y haber acabado con Matrícula de Honor –que también–, sino porque el flamenco lo lleva en el apellido.

¿Tienes antecedentes flamencos en la familia?

Mi madre y luego mis tíos fueron los que empezaron con el flamenco en mi familia. Mi tía, Virginia Muñoz, es profesora de baile flamenco en el Conservatorio Profesional de Danza “Fortea” de Madrid. También estuvo en la compañía de flamenco de María Pagés. Mi tío, Cristóbal Muñoz, es profesor de baile flamenco en el Conservatorio Profesional de Danza “José Antonio Ruíz” de Albacete y tiene su propia compañía de flamenco.

Mi madre, Noelia Muñoz Fernández, es profesora de baile flamenco en el Conservatorio Profesional de Danza “Pepa Flores” de Málaga y también ha estado dando clases de baile flamenco en el Conservatorio Superior de Danza de Málaga. Ella ha sido quién me ha impulsado en el mundo del flamenco y es un pilar fundamental en mi carrera musical. Yo soy el primer músico de la familia. Mi hermano Rubén es un pedazo de clarinetista y guitarrista clásico, y estoy seguro de que con el tiempo se volverá flamenco.

¿Has tenido relaciones con el flamenco de algún modo?

Hace unos años daba clases de cajón flamenco. Mi mayor medio de aprendizaje de flamenco actualmente son vídeos antiguos de YouTube y álbumes de Spotify tanto de flamenco más actual como flamenco puro.

¿A quién admiras más del mundo flamenco?

A la que más admiro es a mi madre, y después a mis tíos. Figuras como Camarón, Caracol, Antonio Rey, Vicente Amigo, El Pele, Moraito Chico, José Mercé, Jesús Méndez, Los Farruco, Diego Carrasco, Enrique Morente, Alejandro Solano, Pedro Ricardo Miño, Dorantes y Diego Amador son personas de las que he aprendido muchísimo, de sus letras, sus bailes y sus toques; pero, para mí, Paco de Lucía fue un antes y un después en mi formación como flamenco.

¿Habías escuchado antes flamenco orquestal?

Escuché un álbum de Miguel Poveda, Joan Albert Amargós y Chicuelo que se llama “Cante i Orquestra” el cual incluye temas de flamenco con orquesta. Aparte de eso, no he escuchado nada más de flamenco orquestal.

¿Cómo te enteraste del concurso?

Me avisó mi hermano pequeño Rubén. Él lo vio anunciado en Instagram.

¿Por qué te decidiste a concursar?

Este año ya había compuesto y estrenado en mi conservatorio una obra titulada “Sueno Flamenco” dirigida por María del Mar Muñoz Varo y coreografiada por Noelia Muñoz Fernández, mi madre. La obra gustó mucho y al enterarme del concurso y ver de qué trataba no dudé ni un segundo en presentarme. La idea de mezclar flamenco con una orquesta convencional clásica me pareció un nuevo mundo donde explorar y una forma de acercar el flamenco a los músicos clásicos.

¿Tuviste tiempo para componer?

Pues sinceramente, este año ha sido duro por 2º de Bachillerato, la PAU y la prueba de acceso a las enseñanzas superiores de música, por lo tanto, no tuve el tiempo suficiente que hubiese querido para afinar más en la composición en términos expresivos y tímbricos.

¿Cómo te surgió la idea de la obra?

Yo soy un aficionado al piano flamenco y en mis ratos libres lo toco y voy creando mis falsetas. Mi obsesión con el piano flamenco me ha ayudado a poder componer a contrarreloj parte de la obra y a desarrollar mis dotes compositivas. La idea parte de que me di cuenta que las letras flamencas son letras que hablan de muerte, desamor, tristeza, marginación del pueblo gitano, entre otros temas… y que del dolor y la más profunda pena salen creaciones tanto de letras como de música impresionantes. La pena se transforma en duende y arte. Entonces, tuve una semana de reflexión hasta que di con tres palos idóneos para mostrar esa transformación: soleá por bulerías (el dolor), fandangos (reflexión) y bulerías (duende).

¿Cuál fue tu mayor dificultad?

La mayor dificultad que tuve, aparte del tiempo, fue que yo no he dado ninguna clase de composición ni orquestación ni nada del estilo. Me costaba mucho asociar un instrumento con su rol en una orquesta, saber su tesitura, recursos tímbricos… Además, el programa donde compuse la obra no tiene cajón flamenco; a nivel de percusión estaba muy limitado, y la guitarra al ser un instrumento polifónico me resultaba muy difícil saber si los acordes que yo hacía en el piano un guitarrista podía hacerlos.

¿Qué expectativas tenías al presentarte?

Cuando terminé la obra estaba bastante satisfecho con mi trabajo y con el resultado, pero tiendo a menospreciarme y empequeñecerme a la hora de valorar mis composiciones y mi calidad interpretativa. Al ser un concurso internacional y sin límite de edad (tenía 17 años cuando hice “Del dolor al duende”), no tenía muchas expectativas. Mi objetivo era ser finalista.

¿Vas a componer más?

Me encanta componer. Todo lo que sea crear emociones con la música me encanta y más con el flamenco que es para mí el género donde más se transmite. Tengo en mente componer varias cosas más y espero que siga gustando y dando frutos.

¿Piensas seguir componiendo para orquesta sinfónica flamenca o ha sido sólo una cosa pasajera? ¿Te gustaría componer para la OSFE?

Por supuesto que sí. Para mí esto solo acaba de empezar. Quiero seguir introduciendo el flamenco en la música clásica para que haya más afición al flamenco y que nuestra cultura musical andaluza prospere en grandes teatros. Si la OSFE está dispuesta me gustaría seguir colaborando con ellos.

¿Te gustaría formarte en flamenco orquestal con compositores consolidados?

Sí. No solo por gusto, que también, sino por esa curiosidad que me provoca este nuevo estilo del flamenco. Poder ser instruido por grandes compositores de flamenco orquestal sería un honor para mí.

¿Dónde naciste?

En Córdoba, pero al año ya estaba viviendo en Málaga. Aun así, como iba de visita para ver a mis abuelos a Córdoba, siempre he tenido un vínculo especial con esa ciudad. Tiene un encanto y una esencia que me hace sentirme muy orgulloso de ser cordobés. También, Málaga es una ciudad muy especial e importante para mí.

¿Por qué has escogido el Conservatorio Superior de Música Córdoba para estudiar percusión pudiendo haber escogido el de Málaga que es donde has estudiado?

Porque me gustan los profesores de percusión del Superior de Córdoba. Además, Agustín Jiménez, mi profe de este curso, es un apasionado del flamenco y me puede ayudar mucho a progresar como percusionista flamenco al igual que como percusionista clásico. También, reitero, que Córdoba como ciudad me encanta.

¿A qué piensas dedicar el importe del premio?

Una parte de él en instrumentos de percusión, material para mis estudios y también en formación académica (masterclass, cursos, etc.). Otra parte de él para las matrículas de mis cuatro años del Grado Superior de percusión. El resto, ahorrar y hacer algún que otro regalo a mi familia por apoyarme y ayudarme en esto.

¿Cuál es tu futuro? ¿Cómo te ves dentro de 5 años? ¿y de 10?

En el futuro me veo acompañando como percusionista o pianista a bailaores, cantaores y guitarristas flamencos. En mi faceta clásica, tocando en orquestas. Como compositor, pienso que seguiré componiendo música flamenca a nivel orquestal, haciendo arreglos para percusión y creando música tradicional flamenca. En un futuro no muy lejano, me veo en proyectos musicales con mi hermano Rubén. También, nunca pararé de formarme como músico explorando nuevos géneros, como el jazz, y nuevas culturas que enriquecerá mis conocimientos musicales. Todo lo aprendido lo podré mostrar a mis alumnos ya que la docencia cerraría mi etapa como músico poseyendo ahora el rol de enseñar. Espero que, con esfuerzo y dedicación, en un futuro, pueda conseguir todos estos logros.

¿Algo más que te interese reflejar en la entrevista?

Quería agradecer a mi profesor de percusión Javier Navas, que desde los 8 años es el que me ha enseñado todo lo que sé en percusión clásica; a mi profesora y directora de orquesta María del Mar Muñoz Varo, la que me permitió empezar en el flamenco orquestal prestándome la orquesta del conservatorio y confiando en mí; al Conservatorio Profesional de Música “Gonzalo Martín Tenllado”, por ser el centro donde felizmente he crecido y me he formado como músico; a mis padres y a mi abuela por toda su ayuda y confianza; y a mi hermano Rubén, por ser mi más firme apoyo y porque sin él no me hubiese presentado al concurso.

También dar gracias a la organización del concurso y a Fundación Cajasol por promover el flamenco a nivel internacional y darme esta gran oportunidad de propulsar mi carrera artística.