El periodista Iñaki Gabilondo se ha sentado junto a Rafael Cremades en los “Encuentros Cajasol” ante un teatro completamente abarrotado para la ocasión, en el que también se encontraban Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, y Antonio Yélamo, delegado de Prisa Media en Andalucía.
Durante el encuentro, el protagonista ha desengranado algunos aspectos de su vida personal y profesional, manifestando desde primera hora su unión y cariño a la ciudad de Sevilla. Gabilondo ha recordado su llegada a Sevilla para dirigir la emisora de la Cadena Ser y Radio Sevilla, entre 1972 y 1976.
Su trayectoria periodística al frente de la actualidad social y política del momento, lo ha encumbrado como una de las personalidades más conocidas tanto del panorama televisivo como radiofónico. Tal y como ha reconocido el propio Gabilondo “las principales novedades que han ocurrido he tenido la suerte enorme de que he sido contemporáneo de ellas por haberlas vivido, antes de que entraran en el terreno de la mitología, cuando estaban cociéndose”.
Su manera de contar tan personal es consecuencia de su capacidad comunicativa tal y, como ha señalado, “ la radio transmite dos mensajes: uno, el mensaje que transmite y otro, el cómo transmite los mensajes. Según cómo se transmite el mensaje, se aprenden muchas cosas: cómo se discrepa, cómo no se discrepa, cómo se observan las cosas etc.”
A lo largo de su intervención, el periodista ha aprovechado para lanzar un claro mensaje acerca del devenir de la sociedad actual “es dificilísimo crecer de manera ilimitada en un mundo limitado”, ha sentenciado. En este sentido, Gabilondo propone un cambio mental y estructural “tenemos que cambiar nuestra manera de vivir, nuestra manera de crecer, de producir, de consumir, y enfrentarnos con las cosas”, ha afirmado.
El ciclo “Encuentros en Cajasol” se trata de una iniciativa con la que se pretende profundizar en las trayectorias profesionales y vitales de diferentes personalidades del ámbito de la cultura, economía, política y medios de comunicación, empleando para ello un concepto íntimo, y propio de una charla profunda, con los distintos protagonistas.