La Fundación Cajasol ha celebrado una nueva entrega del ciclo ‘Encuentros en Cajasol’ con el compositor Miguel Ríos como protagonista. El músico granadino, acompañado por el periodista Rafael Cremades, ha realizado un recorrido por los momentos más importantes de su vida profesional y personal.

Miguel Ríos ha comenzado explicando cómo, con tan sólo 15 años inició su vida laboral en unos grandes almacenes de Granada. Su conocimiento musical lo llevó posteriormente a hacerse cargo de la sección de discos de este establecimiento «pasé de tomar medidas para las camisas a vender discos, porque ya en aquellos años iba a los billares que había enfrente de la tienda a poner discos en inglés y ya había hecho mis pinitos cantando en Radio Granada. Estaba destinado a vender camisas y terminé vendiendo discos».

Fue en la década de los 60 cuando un representante de la casa Phillips se llevó una cinta grabada con sus canciones a Madrid y a raíz de este hecho, surge su primera oportunidad como músico. El propio Miguel Ríos reconocía que «el mío fue uno de los comienzos menos dolorosos de la historia de la música, aunque tengo que reconocer que ya cuando estuve en Madrid fue todo más difícil, porque pasaban los días y los días y no me llamaban para grabar el disco prometido», explicó Ríos.

No obstante, a finales del sesenta, desde el momento en que ficha por Hispavoz, el artista comienza a cosechar sus primeros grandes éxitos como «El Río» o «Vuelvo a Granada»Durante su intervención, el músico granadino ha recordado precisamente alguno de estos temas, haciendo especial hincampié en la versión del ‘Himno de la alegría’, incluido en su segundo LP Despierta, en 1970. Un trabajo que, el propio Miguel Ríos ha reconocido como “un éxito inesperado”, y que, en cambio, en en su momento “empieza a funcionar en sitios remotos como Holanda, en radios que llamaban independientes como Caroline, radios que emitían fuera de los países, en aguas internacionales entonces, podían emitir lo que quisiesen sin pasar por ninguna regulación. Esas radios se dedicaban a encontrar canciones que tuvieran que ver con la época’.

Durante la conversación con Rafael Cremades, el público ha podido conocer un poco el álbum personal de Miguel Ríos, donde se ha podido ver al compositor rodeado de grandes amigos como Joaquín Sabina, Ana Belén y Víctor Manuel, etc. así como algunas anécdotas que tienen que ver con su trayectoria profesional.

Por otra parte, Cremades, a lo largo de la entrevista, ha querido resaltar del cantante granadino su anticipación a temas de actualidad vinculados al medio ambiente, la necesidad de un cambio social, etc. Desde el punto de vista musical, su carácter rompedor y afán por conocer nuevos estilos musicales, lo han acercado también a la música árabe y su fusión con el rock, algo que se ha acuñado posteriormente como “rock andaluz”. Precisamente, en su séptimo disco llamado “Al- Andalus”, el artista reconoce esta influencia arábica, afirmando que “es el disco más extraño que he hecho y exógeno que he hecho”.

Finalmente, a modo de conclusión , Ríos confiesa que la clave para hacer música es “sentirte útil para ti y para tu oficio. Esto se llena de muchos ingredientes, por ejemplo, no tiene sentido seguir cantando si no hay algo de tu impronta en la creación de lo que cantas”.