Este mes volvemos a hablar del AHORRO.
Ahorrar no es fácil, como ya vimos en entregas anteriores sobre las trampas de nuestro cerebro, queremos tener cosas y tenerlas ya. Si a esto unimos la insistente acción de la publicidad dirigida al consumo, tendremos que hacer un gran esfuerzo para resistirnos y aún mayor para Ahorrar de los Ingresos no gastados a final de mes.
Por ello insistimos en la fórmula:
INGRESO – AHORRO = GASTO.
Nada más recibir el Ingreso de la nómina o pensión retiramos la cantidad a Ahorrar y la llevamos a una cuenta dónde no vayamos a tocar el dinero. Por ejemplo, con una transferencia periódica de la cuenta dónde recibimos el Ingreso a la cuenta del Ahorro. Esta acción la conocen algunos autores con el nombre de PREAHORRO.
PREAHORRAR funciona muy bien
Funciona porque el dinero no llega a nuestro bolsillo, es decir, no lo tenemos accesible para gastar. No caemos en la tentación de usarlo. Se ahorra automáticamente.
Esto funciona mejor que esperar a ver cuánto dinero nos sobra a final de mes.